
MI ENFOQUE
El enfoque que adopto es el hermenéutico-fenomenológico, una perspectiva que sitúa en el centro la individualidad de la persona y comprende su sufrimiento a la luz de su historia de vida y de los acontecimientos experienciales que la han marcado.
El sufrimiento es un lenguaje que necesita ser comprendido: cada síntoma, cada bloqueo revela una fractura en la continuidad del sí — un punto en el que la persona tuvo que renunciar a algo auténtico y identitario para mantener equilibrio o pertenencia.
La intervención psicológica consiste en reconfigurar esa fractura, devolviendo voz y sentido a aquello que había quedado silenciado y proporcionando las herramientas para reconectar con la propia experiencia y recuperar coherencia, presencia y libertad de elección. La psicoterapia es una experiencia clínica relacional, activa y responsabilizante, que busca repercutir en la existencia de la persona orientándola hacia formas de vida más coherentes. Una psicoterapia eficaz tiene como horizonte la transformación del Sí: la posibilidad de
modificar los propios modos de experimentar el mundo — especialmente aquellos
disfuncionales — poniendo en movimiento la vida de la persona y permitiéndole abrirse a nuevas posibilidades de sentido respecto a los acontecimientos que le ocurren.
A través de la palabra y el diálogo, los eventos encuentran lugar en una trama narrativa sentida como auténtica y propia. En este movimiento, la persona recupera libertad y posibilidad de cambio.
Todo proceso psicológico nace del pasado, pero mira hacia el futuro: el pasado es una reserva de sentido que explorar, no una prisión; el presente es el espacio donde es posible recomponer, rediseñar y reencontrarse.
Mi trabajo no se centra en la mera adaptación, sino en la construcción activa de la propia manera de existir, a través de elecciones conscientes, responsabilidad y apertura al cambio. Cada persona que encuentro trae consigo un mundo irrepetible — y en ese espacio compartido, juntos podemos reconfigurar la historia, reencontrar sentido y abrir nuevas posibilidades.
Creo que el bienestar no es la ausencia de dolor, sino la capacidad de escucharse,
reconocerse y vivir en coherencia con uno mismo.

Áreas de intervención
• Ansiedad, estrés y ataques de pánico
• Depresión y trastornos del estado de ánimo
• Dificultades relacionales y afectivas
• Experiencias traumáticas y pérdidas
• Cambios vitales
• Trastorno obsesivo-compulsivo
• Trastornos de la conducta alimentaria
• Duelo y separaciones
Cómo trabajo
Empatía y escucha
Escucho con atención tu historia y tus emociones, valorando cada experiencia.
Comprensión y conciencia
Cambio y crecimiento
Exploro los patrones y las dinámicas que dan forma a tu existencia.
A través de la conciencia, trabajo hacia un cambio significativo y duradero.
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